Estuvimos en el Mas de Lucia en la boda de Marisa y Xavi. La decoración corrió a cargo de Protocole con Gerardo poniendo todo su empeño en que salierá bien. La verdad es que estaba muy bien ambientado: velas en candiles de cristal, balas de paja… El salón cuenta con una terraza de dimensiones considerables al aire libre (bajo techo) y un amplio espacio ajardinado, donde se llevó a cabo el enlace.
En cuanto al Cocktail dispusieron un carro, decorado con mucho gusto, con toda variedad de quesos, dos foundie, arándanos y frutos secos. Además de esto, unos curiosos entrantes: jamón con pan y tomate (buen detalle), langostino rebozado con un toque asiático…
Era una boda fuera de lo normal porque aparecieron por allí unas acróbatas, muy bien caracterizadas (maquilladas de blanco, con un paraguas), subidas en unos zancos, mientras servían el cocktail.
Tras el enlace, en la terraza que daba la entrada al salón (junto al sitio donde nosotros montamos el equipo), unos invitados (compañeros/amigos del novio) hicieron un espectáculo de un dragón. Luego nos comentaron que resulta que el novio era uno de los que llevaba el dragón habitualmente. También había preparado una serie de actuaciones con malabares y acrobacias (amigos de los novios).
Por lo que nos contaron, la idea principal era que tras el baile, salieran a la entrada del recinto y una artista les deleitara con un espectáculo de acrobacia con pañuelo (¿como se llama este número?), sobre una estructura (un trípode de unos 8 o 9 metros de altura) que habían montado con un gran pañuelo rojo cayendo desde lo más alto. Desgraciadamente, la lluvia y el viento truncó las opciones de poder disfrutar de esto, así como de unos malabares con fuego que también había preparado.
Y como una boda dichosa es una boda lluviosa el viento y el agua hicieron su aparición. Durante la cena, tuvimos que ir al escenario a recoger (plegar) la lona grande (por el viento) y los carteles, porque se volaban. Tras y junto con el viento, apareció la lluvia (plato del postre), que comenzó a mojar el equipo. Bea consultó con los novios y tras su aprobación, lo movimos todo dentro, desconectamos todo y lo entramos. Secamos todo con manteles que nos proporcionó el salón y montamos de nuevo. Desde aquí dar las gracias al Mas de Lucia porque nos ayudaron muchisimo.
Tras el incidente del agua, finalmente pusimos la canción del baile y comenzamos la actuación. Hicimos un trenecito con todos los invitados y el cantante puso un limbo para que todos pasaran por debajo. Incluso una chica se dobló literalmente. Después el baile loco de donde los invitados cambian cada 30 segundos desde una sevillana a una canción de ACDC. Artem, nuestro ruso partícular, se lució con la guitarra y en el momento Grease se pelearon los chicos con las chicas.
En definitiva, Marisa y Xavi son unos novios de película. Y nosotros entusiasmados de estar con ellos en el Mas de Lucia.
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