Ahora que ya ha llegado el frío, ¿qué te parece lo siguiente?

Una boda en la nieve

La mayoría de gente prefiere casarse en una época del año más cálida que en invierno, pero hoy te vamos a convencer de que también tiene sus ventajas.

Lo primero y que no puede pasar desapercibido es el paisaje, un paisaje nevado para una boda puede ser tan espectacular que te den ganas de hacerla solo por las fotos de después.

Otra cosa muy importante, y más en los tiempos que corren, es que casarse en invierno
es mucho más económico, así que si estabas pensando en cómo ahorrar en este día para
que no se te vaya del presupuesto, esta puede ser una muy buena solución. Además,
seguro que no tenéis problema para encontrar fechas disponibles tanto en el lugar de la
ceremonia como en el del convite.

Con respecto a la vestimenta, una de las cosas que más preocupan en este día y más
con el frío, que siempre parece más difícil elegir qué ponerte para ir elegante a la vez que
abrigada; puedes lucir un vestido con manga larga o tres cuartos o, si lo prefieres, optar
por complementos como guantes, sombreros, tocados, abrigo, estolas, y hasta botas o
botines.

A la hora de la preparación, una ventaja es que ya estaréis preparados desde el principio
para el plan B porque nunca habrá habido un A; por lo tanto, es un ahorro de tiempo y
de comeduras de cabeza por si el sitio resulta no ser el adecuado por el clima. Lo ideal
es buscar un sitio acogedor, una idea es un salón de estilo rústico desde el que poder
ver el paisaje de fuera mientras nieva. ¿Te imaginas? Es muy probable que nunca hayas
estado en una boda así, por lo que seguramente tus invitados tampoco y la recordarán
siempre. Además en invierno no suelen haber tantos planes como en verano y todos
estarán preparándose exclusivamente para el día de tu boda. No hace falta ni decir que
es la mejor opción si lo que quieres es una boda original.