Te ayudamos a planificar tu boda
Si tienes que planificar una boda y ni siquiera sabes por donde empezar, este es tu artículo. Seguro que ahora estarás pensando, ¿en qué maldito momento decidí encargarme yo misma de mi boda? ¿Por qué no contrataría un wedding planner?
Tranquila, porque si lo decidiste seguro que fue por un buen motivo, se trata de uno de los días más especiales de tu vida y no quisiste dejarlo en manos de otra persona. Así que si ya has llegado a ese momento en el que tus uñas prácticamente han desaparecido de tus dedos y sientes que ese día tan especial puede convertirse también en el último de tu vida, no te preocupes más y sigue estos consejos:
- Lo primero que tienes que hacer es algo muy sencillo, pero que probablemente ahora mismo te parece lo más complicado que nadie te haya pedido nunca: relájate. Si apartas tu mente de la boda durante unas horas seguro que muchos de los problemas que tenías dejan de parecerte tan graves. ¿Has probado con el yoga o la meditación? Dales una oportunidad, ¡tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán!
- Hay cosas que van a salir mal: no importa lo que hagas o lo mucho que te esfuerces. Acéptalo y busca soluciones, no te tires de los pelos, no le tires todos los objetos de la estantería a tu novio por hacer un comentario que no toque y no discutas con tus amigas por llamarte quejica, ellas no saben lo que estás pasando. Lo más importante de todo es que no te estreses (no demasiado, al menos). Las soluciones acabarán llegando solas.
- Hecho esto, es vital que establezcas un presupuesto: sobretodo si no puedes permitirte una boda por todo lo alto. Tenlo siempre presente pero no te preocupes mucho ¡se pueden organizar grandes bodas con cuatro duros!
- ¿Sabías que existen libros para organizar bodas?: Vienen con su propio calendario y te permiten organizar toda la información en un mismo lugar para que no se te pase nada por alto. Hazte con uno o crea el tuyo propio, en un par de meses no podrás vivir sin él.
- Márcate en una lista todas las tareas pendientes y sitúalas en una línea de tiempo, esto te ayudará en un futuro a tenerlo todo más organizado.
- Considera los distintos tipos de bodas que puedes realizar: ceremonia religiosa, civil, en interior, en exterior o incluso una boda temática, ¡las posibilidades son infinitas!
- El espacio que escojas tanto para la ceremonia como para el banquete dependerá mucho del punto anterior, así que dale todas las vueltas que sea necesario. Y si notas que te atascas vuelve a la casilla de salida: tómate un buen descanso, relájate y vuelve a la carga.
- Por supuesto no te olvides de la lista de invitados: nuestro consejo es que cuentes con tu pareja en todo lo posible. A la hora de hacer esto es mejor que tengas claro ya el espacio y ¡recuerda!, ten siempre en mente el presupuesto.
- Ya tienes claro el lugar de celebración, los posibles invitados, la temática de tu boda…¿no crees que falta algo? Exactamente, el vestido: la gran estrella del día (aparte de ti por supuesto). Búscalo con tiempo y tómate con calma la elección, ese día vas a querer estar perfecta y tienes todo el derecho del mundo a sentirte así. No te preocupes si tardas en encontrar el vestido que mejor resalta tus atributos o el que mejor te hace sentir al llevarlo puesto. Si empiezas a buscar con suficiente antelación, antes o después lo descubrirás.
Si con esto no has tenido suficiente puedes encontrar más consejos en la segunda parte de este artículo. ¡Anímate que en unos pocos meses estarás felizmente casada y todo el estrés de la boda habrá quedado atrás!